Guardo el caracter natural, franco y directo que se puede observar en todo los felinos salvajes. Su relacion con el hombre - no podemos hablar de " dueno " con un Maine Coon - le permite mostrarse muy entero, independiente, demasiado orgulloso para pedir un mimoso pero bastante habil para procurar de llamar la atención totalmente y concedernos entonces el privilegio de darle una caricia ! Viene raramente sobre nuestras rodillas pero sabe instalarse cerca de nosotros a la más medulosa del sofá o de la almohada y alli el puede " amasar y pedalear y ronronnar " durante largos minutos, momentos de éxtasis pura...
Puede ser hablador, jamás ruidoso, siempre en vocalizaciones o arrullos con un bemol por supuesto durante el periodo "en celo" de estas damas y senoritas. Es un gato muy jugador hasta adulto, quien se vuelve muy sabio creciendo excepto algunos momentos de "sobrexcitacion", pequenas crisis pasajeras que le permiten relajarse y evacuar un exceso lleno de energia.